Mastozoología = Mamíferos

Los mastozoólogos estudian mamíferos. Podría decirse que este grupo de animales es el más caritativo pues a todos nos gusta ver fotos de delfines, osos perezosos, venados, nutrias y hasta de felinos grandes como el jaguar. Sin embargo, entre los mamíferos también están otros que a veces no son nuestros favoritos: los murciélagos, las ratas y ratones, los pecaríes y las zarigüeyas. Durante el inventario rápido, Cristina Lopez (Perú) fue la encargada de recorrer el bosque y los ríos en busca de mamíferos grandes y medianos.

Para esto es indispensable tener los sentidos bien afinados pues muchas veces los animales lo ven primero a uno que uno a ellos. Hay que estar pendiente de sonidos en los árboles pues un grupo de monos puede estar brincando de rama en rama en busca frutos maduros o insectos comestibles. Por sonido y olor también se pueden identificar las huanganas o pecarís de labio blanco pues estos recorren el bosque en busca de alimentos en grupos de hasta 200 individuos. La sachavaca, danta o tapir también habita en estos bosques y es el mamífero terrestre más grande de sudamérica. Verlo caminar lentamente entre la espesura del sotobosque es un espectáculo y si es una madre con cría la suerte es aún mayor. Tal vez el ‘premio’ de los mamíferos es el jaguar y, aunque Cristina no tuvo la suerte de verlo, si pudo registrar su presencia gracias a un cráneo de huangana que seguramente fue alimento del felino más grande de las Américas.

Entender el estado de conservación de las poblaciones de mamíferos es indispensable pues muchos de estos son fuente de alimento para las comunidades locales y también son indicadores de la salud general del ecosistema.

Equipo Social

El equipo social está conformado por antropólogos, soció-ecólogos, biólogos, una etnobotánica, un ingeniero forestal y dos líderes indígenas. Ellos pasan visitando las comunidades locales de la región, conversando con las personas para entender cómo se vive en la zona y las aspiraciones a futuro de los pobladores locales. Nuestro equipo viajó en bote por el río Putumayo visitando cuatro comunidades nativas y en cada una permanecieron alrededor de 4 días. Durante este tiempo, Diana Alvira (Colombia), Galia Selaya (Bolivia), Mario Pariona (Peru), Maria Elvira Molano (Colombia), Margarita Medina (Peru), Ana Rosa Saenz (Peru), Rocio Iracude (Peru) y Benjamín Rodríguez (Peru) compartieron la vida diaria de las comunidades y realizaron entrevistas formales e informales con los pobladores. El inventario social esta enfocado hacia las fortalezas sociales y culturales de cada comunidad; sus percepciones de calidad de vida; vínculos actuales e históricos entre las comunidades a ambos lados de la frontera Colombo-Peruana y con su entorno natural; estructura de la población, economía y sistemas de manejo de recursos naturales; uso tradicional de plantas en rituales o con fines artísticos o medicinales.

El trabajo en las comunidades es una experiencia de vida. El equipo social siempre está listo para compartir la rutina diaria de las familias, ir a las mingas y colaborar con el trabajo comunal; visitar los distintos cultivos –las chacras– y los lugares de cacería –las collpas–; convocar reuniones extraordinarias para conocer y hablar con las mujeres y hombres líderes de la comunidad; hacer presentaciones a los estudiantes de la escuela para compartir las experiencias de los inventarios rápidos.

Para el equipo social es indispensable entender la realidad de las comunidades amazónicas y enfocarse en sus fortalezas para trabajar con ellas por el futuro sostenible de la región.

De Iquitos al Campamento 2

El trabajo de campo comenzó en Iquitos: capital de la región de Loreto y una de las ciudades más grandes de la Amazonía.

Iquitos vibra de noche y de día. Destino obligado para muchos turistas y eje comercial de productos de la selva.

Iquitos vibra de noche y de día. Es un destino obligado para muchos turistas y eje comercial de productos de la selva.

Los inventarios rápidos están llenos de retos logísticos. Alvaro, Corine, Ernesto, Galia y Tita coordinan los últimos detalles para asegurar que el equipo biológico y el social puedan llegar a sus sitios de trabajo.

Alvaro del Campo e Italo Mesones repasan el uso del teléfono satelital y un protocolo de comunicación. Álvaro es el coordinador de inventarios rápidos e Italo el encargado del equipo de avanzada que construye el campamento 3.

El equipaje de los investigadores incluye desde generadores eléctricos hasta tijeras podadoras protráctiles. Es necesario saber el peso exacto de los pasajeros y de todo equipaje que va a viajar en el helicóptero.

Con un clima favorable, el equipo biológico está listo para viajar al primero de tres campamentos estratégicamente ubicados en las cuencas de los ríos Ere, Campuya y Algodón.

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Cientos de miles de hectáreas de bosques inexplorados: una gran oportunidad de conservación.

Se necesitan dos viajes en helicóptero para poder movilizar a todos los investigadores del equipo biológico.

Una de las comunidades a orillas del río Putumayo, en la frontera entre Perú y Colombia.

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Cientos de miles de hectáreas de bosques inexplorados: una gran oportunidad de conservación.

Primera complicación: el primer campamento y su helipuerto están completamente inundados.

Primera complicación: el primer campamento y su helipuerto están completamente inundados.

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Plan B: ir al campamento 2. Afortunadamente el equipo de avanzada dejó listo hace varios días, antes de la llegada de los investigadores.

Helipuertos improvisados en la mitad de la selva permiten a los investigadores tener acceso a sitios remotos de la Amazonía que nunca antes han sido estudiados.

Bienvenidos al campamento 2: cabeceras de los ríos Ere y Algodón.

Corine, directora de los inventarios, y las incansables abejitas del sudor están atentas a las noticias del equipo social vía teléfono satelital.

Ahora si, a investigar. El equipo biológico tiene cinco días para estudiar a la parte alta de la cuenca de los ríos Ere y Algodón, antes de continuar con el siguiente campamento.

Geología e Hidrología = Suelos y Aguas

Los geólogos estudian las rocas, el suelo y el agua. Ver el paisaje a través de los ojos de Bob Stallard (EEUU) es similar a sobrevolarlo en un satélite que revela la geografía de la región y descubre todos sus secretos. Es también una ventana a un pasado y la historia de millones de años reflejada en el presente. Bob recorre las trochas pendiente de la firmeza del suelo y del color de la tierra, de las raíces de los árboles, del tipo de sustrato en el fondo de las quebradas, de las tierras bajas, colinas y las terrazas que forman el paisaje.

Aunque Bob lleva 40 años estudiando la geología e hidrología de la Amazonía, el alcance de su trabajo permite interpretar lo que ocurrió hace decenas de millones de años. Su GPS es su fiel compañero de trabajo y también usa un medidor de conductividad que le ayuda a determinar el nivel de pureza y la concentración de sales que hay en el agua de ríos y quebradas.

Bob tiene una colección de mapas satelitales y topográficos de todos los colores y gran parte de los resultados de los otros equipos de investigación se pueden explicar gracias a lo que Bob “ve” en el paisaje. En este inventario, descubrió un paisaje dominado por suelos pobres en sales y nutrientes y aguas de una pureza sin comparación en toda la Amazonía. Un sitio que depende de la conservación de la cobertura forestal, sin la cual sus suelos se perderían de manera acelerada.

Ornitología = Aves

Los ornitólogos estudian aves. Todos los días, Doug Stotz (EEUU) y Ernesto Ruelas (México) comienzan a recorrer las trochas antes de que la primera luz del día empiece a inundar el bosque. En la noche son los primeros en acostarse a dormir y vuelven a su carpa esperando con ansias las 4:30 am del día siguiente. Doug y Ernesto tienen los oídos tan afinados como sus ojos y han aprendido a identificar cientos de especies de aves con tan solo oír su canto.

Las aves tienen un estado general de conocimiento mayor que el de otros grupos estudiados en este inventario. Esto permite hacer apreciaciones muy finas sobre su ecología que sirvan para informar su conservación.  Aquí, por ejemplo, encontramos especies que están especializadas en bosques de suelos pobres y no utilizan otros tipos de hábitats, lo que las hace sensibles a modificaciones a este tipo de vegetación.  Las especies de caza son buenas indicadoras del impacto de actividades humanas.

Caminando con sus binóculos en la mano, siempre están atentos a cualquier ‘chirp’ tímido entre las ramas que les permita identificar quién es el “dueño” de ese canto. Son pacientes con los mosquitos y en su libreta de campo guardan un registro meticuloso de todas las aves que ven y oyen. Al caer la tarde, de vuelta en el campamento, Doug y Ernesto comparan la lista del día y buscan un sitio estratégico para sentarse ver el atardecer esperando que alguna bandada cruce el horizonte. Con algo suerte, agregan a sus notas uno que otro guacamayo.

Botánica = Plantas

Los botánicos tienen dos tareas al estudiar plantas.  Tienen, por un lado, uno de los retos más complejos de los inventarios rápidos: identificar la mayor cantidad de especies de plantas vasculares, desde helechos hasta árboles. Líquenes y musgos no entran en esta lista.

Con más de 3,000 especies de plantas esperadas para esta región de la Amazonía, el equipo de cinco botánicos tiene que recorrer el bosque buscando todas las plantas que estén fértiles, es decir, que tengan flores o frutos que permitan su identificación. Una vez en el campamento, Corine Vriesendorp (Holanda), William Trujillo (Colombia), Marcos Ríos, Isaú Huamantupa y Nállarett Davila (de Perú), tienen que prensar en hojas de papel periódico todas las muestras que colectaron para llevarlas como futuros ejemplares de herbario. Los botánicos siempre tienen sus tijeras de jardinería a la mano y no les tiemblan las piernas para ponerse las “patas de loro” y subirse a un árbol de 15 metros para bajar sus flores.

La definición de los tipos de vegetación es la segunda gran tarea de los botánicos. La vegetación es una de las variables más importantes que determinan la presencia de las demás especies estudiadas, desde peces hasta mamíferos. A su vez, refleja características del suelo y la hidrología de la región.

Herpetología = Anfibios y Reptiles

Los herpetólogos estudian anfibios y reptiles. Están entrenados para encontrar ranas, salamandras, cecilias, lagartijas, serpientes, cocodrilos y tortugas. Normalmente los herpetólogos son los noctámbulos de los inventarios rápidos y esta vez no fue la excepción. Para Pablo Venegas y Giussepe Gagliardi (ambos peruanos) el día “comenzaba” a las 8 pm cuando salían al bosque a buscar sus adoradas ranas y serpientes. Siempre con una potente linterna en la frente y con los ojos bien puestos en la hojarasca, ramas, agujeros y charcos, Pablo y Giussepe recorrían las trochas con paciencia hasta pasada la media noche.

Su tarea es entender la diversidad de especies para poder hacer recomendaciones de conservación: identificar cuáles son las especies cuya conservación depende estrechamente del paisaje que nos ocupa, cuáles son las que no se encuentran protegidas en otros sitios y cuáles son las especies raras, en peligro de extinción o especializadas en ecosistemas frágiles.

En la mañana, mientras el resto de los investigadores se preparan para salir a trabajar, los herpetólogos aprovechan para descansar y luego de un desayuno tardío vuelven a salir al bosque en busca de alguna rana diurna y de lagartijas que estén aprovechando el sol.

De vuelta en el campamento, Pablo y Giussepe identifican y hacen registro fotográfico de todos los individuos que capturaron. Las serpientes siempre se roban el espectáculo y los asistentes locales son los primeros para ver a ‘los locos’ que manipulan las serpientes con las manos.

Ictiología = Peces

Los ictiólogos estudian peces. Javier Maldonado (Colombia) y Roberto Quispe (Perú) fueron los ictiólogos del Inventario Rápido 25. Con el fin de hacer la lista más completa posible de los peces e interpretar el estado de conservación de sus especies, exploraron la mayor cantidad de tipos de cuerpos de agua: cochas (lagunas amazónicas), ríos, quebradas y aguajales (pantanos de palmeras).

Durante las tres semanas de la fase de campo, Javier y Roberto pasaron la mayor parte de los días –y parte de las noches, para encontrar especies de hábitos diurnos y nocturnos– con el agua hasta el cuello buscando peces, incluyendo posibles especies nuevas o especies que no hayan sido registrados en la región.

La íntima relación entre los peces y otros componentes del paisaje es evidente en las quebradas de tierra firme. Estos diminutos cuerpos de agua no disponen de suficientes recursos para alimentar a los peces que viven ahí, así que éstos dependen del buen estado de la vegetación ribereña de donde les llegan frutos, insectos y otros alimentos.

Javier y Roberto están de acuerdo en que “el pez amazónico más rico de todos es la corvina” y que –como buenos ictiólogos tropicales–, “hace años que no se pueden quitar los hongos de los pies”.